Me gustaría hablaros de un proyecto en paralelo en el que trabajo desde hace meses y creo que tiene mucho que ver.
Esta empresa es Ringana, una empresa Austriaca que fabrica productos de cuidado dérmico frescos y veganos. Aparte trabaja siempre desde una filosofía admirable, ética, coherente y supereficaz.
Tengo la piel atópica y llevo usando estos productos desde hace ya mucho tiempo, y luego me anime a formar parte de esta empresa. Si os hablo de esta marca es porque pienso que es la mejor opción para el cuidado del bebé. Su composición es totalmente natural, sin tóxicos dañinos para nosotras y sobre todo para evitar así la exposición de los más vulnerables.
Cuando hablamos de salud y bienestar tendríamos que valorar a todos los niveles, incluso en la cosmética, ya que todo producto que nos ponemos sobre la piel lo absorbemos y pasa directamente al torrente sanguíneo.
También os digo que al comprar los productos de Ringana a través de mi web tendrás muchos más beneficios, ya que si tú quieres, entrarás a formar parte de mi grupo de WhatsApp VIP donde comparto las promociones de Ringana, promociones exclusivas para vosotras, video-consejos sobre alimentación y hábitos de vida con el objetivo de ayudaros con todo mi conocimiento a cuidarte la piel y sacarle todo su máximo esplendor con el respeto que se merece.
Cuando te suscribas a mi web de Ringana escríbeme a queralt.marin.marti@gmail.com para que puedas entrar en el grupo.
Para introducirnos un poco más en este mundo os voy a hablar de un producto estrella que para mí es un imprescindible para el verano, un buen protector solar.
A causa de mi piel atópica descubrí que existían cremas solares, físicas (minerales) y químicas. Y que, por supuesto, había que elegir con cuidado porque también contienen nanopartículas que son absorbidas por nuestra piel.
Especialmente, con bebés y niños pequeños, ya que tienen una piel muy fina y todos los tóxicos y químicos de las cremas, son absorbidos por su organismo… Los químicos de las protecciones solares se han encontrado en muestras de orina, de sangre y de leche materna… también en el líquido amniótico.
¿Qué son y cómo funcionan los filtros químicos?
Estos son los filtros de siempre. Los SPF 30-50 los encontramos en cualquier tienda.
Estos funcionan al reaccionar con nuestra piel, por ese motivo hay que aplicarlos media hora antes de la exposición solar. El sol penetra en nuestra piel, por lo que tenemos más calor.
Ventajas: se extienden superbién, quedan transparentes en la piel, y huelen genial.
Y, aunque se anuncien como resistentes al agua, en realidad no lo son y por eso siempre indican que debes repetir su aplicación al salir del agua: en cuanto nos mojamos, vemos como el agua a nuestro alrededor empieza a ensuciarse. Esto daña las aguas, y la fauna y flora marinas.
¿Sabías que las cremas solares son las grandes responsables del deterioro de la Gran Barrera de Coral? Países como Hawái y México han prohibido las protecciones solares químicas por esta misma razón. Hay pocas cremas solares 100% físicas que se permiten usar, una de ellas es la Sunscreen corporal junto a la Sunscreen face de Ringana.
¿Qué son y cómo funcionan los filtros físicos?
Los filtros físicos, también llamados minerales, tienen efecto inmediato y forman una barrera en tu piel que hace que los rayos del Sol reboten. Te protegen desde fuera.
No dejan restos en nuestro organismo porque no se absorben por la piel, además, el Sol no penetra por lo que tenemos menor sensación de calor.
Desventaja: cuesta más extenderla, es blanca y muy untuosa. Hay que trabajar un poquito más en su aplicación.
¿Lo mejor? Que gracias a esto, se adhiere superbién a la piel y son muy resistentes al agua.
El Factor de Protección Solar (FPS o SPF)
Los filtros químicos tienen un factor de protección elevado (30-50), en cambio, los físicos tienen un factor más bajo (20-30).
¿Debería de preocuparnos? ¡Yo siempre he usado protección 50!
Para entender estos números vamos a explicar dos cosas: el tiempo de exposición y el porcentaje de filtrado de rayos UVB y UVA.
Un FPS 50 filtra un 98% de rayos UVB y UVA. Un FPS 20 filtra un 95% de estos rayos. Un FPS 30, un 97%. La diferencia es mínima como para ser significativa.
El número también nos indica el tiempo que podemos estar protegidos al sol sin quemarnos. Tenemos que multiplicar el número por el tiempo que nuestra piel resiste la exposición solar sin ningún tipo de crema.
Es decir, mi piel aguanta unos 20 minutos al sol sin quemarse. Entonces, un SPF50 me protegería 1000 minutos (50×20), o unas 16 horas de exposición solar. Una SPF20, me cubriría durante unas 6 horas.
La realidad es que, en la práctica, esto no es real porque los filtros químicos no son resistentes al agua, ni al sudor, ni al roce. Así que tienes que repetir su aplicación varías veces durante el día. O, en el caso de los niños que se pasan horas en el agua, deberías replicarla con frecuencia para evitar que se quemen.
Con una crema de protección física, con un FPS menor, estarían más tiempo protegido porque no se les iría con el agua.
¿Cuáles son las mejores cremas solares para bebés?
Se recomienda no exponer a los bebés al sol durante sus primeros 6 meses de vida, pero esto es muy difícil en un país como España.
Lo mejor, es procurar mantener al bebé en la sombra, y utilizar barreras físicas para bloquear el sol: gorros, ropa con bloqueador solar, etc.
Incluso así, a veces no es suficiente. Si necesitas usar una crema solar para bebés, lo ideal es que busques una 100% mineral, natural y sin nanopartículas ni aditivos sintéticos.
Existen varias cremas solares para bebés que cumplen estas premisas (aunque no muchas, y aunque se anuncien como minerales, en realidad sí incorporan sustancias químicas).
A mí me encanta la crema solar mineral de Ringana, pues es 100% física y no usan perfumes ni ingredientes perjudiciales para la delicada piel al bebé.
¿Cuál es la mejor crema solar para bebés con piel atópica?
Los que sufrimos de una piel atópica, sabemos lo difícil que es y lo cuidadosos que debemos de ser con los productos que utilizamos.
No hay nada más desagradable que llegar a la casa de la playa y sufrir un brote de dermatitis atópica gracias a la cal del agua.
Para evitar o minimizar la irritación de la piel de nuestros bebés, se recomienda eliminar o limitar las sustancias tóxicas y sintéticas que puedan alterar el equilibrio de la piel.
La mejor crema solar para pieles atópicas tiene que, no solo, protegernos durante la exposición solar, sino también hidratar, tratar y proteger nuestras células. Y, después de haber estado expuestos al sol, fortalecer y mimar la piel del bebé con un buen aftersun.