Quedarse embarazada
Quedarse embarazada. Un día te levantas de la cama y te sientes muy cansada, el sueño se apodera de ti a todas horas, no paras de bostezar y casi todo a tu alrededor te molesta. De repente, te llega un olor muy familiar y acto seguido, unas náuseas terribles se apoderan de ti, vas al baño como un rayo para echar todo lo que un estómago pueda tener en ayunas, quedándote con la sensación por todo el cuerpo de…”¡pero qué malita estoy!”.
Entonces y sólo entonces, mientras te sigues preguntando qué olor era el que te ha puesto tan enferma, se te abren los ojos de par en par y te estalla otra segunda pregunta en la cabeza: “¿estaré embarazada?” Si lo estabas buscando, casi seguro que sí y si no lo buscabas, también puede ser una opción, dependiendo de cómo te has cuidado. Y vuelves a pensar: “¡pero si el olor extraño es el café que dejé al fuego!”, “¡a mi siempre me ha encantado el aroma de café recién hecho!”. Entonces vuelves a pensar con una leve sonrisa en los labios: “¡ay madre mía que sí estoy embarazada!”.
Y ahora comienza la diversión querida amiga, nada más hacerte el test y salir esas dos rayitas tan insignificantes y tenues, tu vida cambiará por completo.
Primero que nada despídete de los vaqueros ajustados, de esa lencería tan mona, de tus tacones tan sexys, de esas copas del fin de semana con los amigos que tanto disfrutabas y de un sinfín de cositas más que quedarán guardadas en el baúl de los recuerdos, hasta que un día, en un futuro no muy lejano, recuerdes que no sólo eres mamá…
Y es que quedarse embarazada no es sólo un estado natural de la mujer, es un hermoso viaje donde tú eres el medio de transporte y esa criaturita es tu polizón. Polizón que ahora no notas en tu interior, pero en unos pocos meses, estará dándote la guerra con sus pataditas y movimientos sin parar…
Pasarás de ser una a ser dos y así te sentirás, es la fuerza de la maternidad, el compromiso contigo misma y con ese diminuto ser que crece en tu interior. Desde el minuto uno te comprometes a cuidarlo y a protegerlo hasta que mueras, porque la maternidad, tiene un comienzo, pero nunca jamás acaba.
5 consejos al quedarse embarazada
El primer paso a tener en cuenta, si el test prenatal ha dado positivo, es acudir a tu médico de familia para que te realice unos análisis y te asigne un ginecólogo que te controlará la gestación. No obstante, aquí te dejamos unos pequeños consejos que deberías seguir nada más saber que te has quedado embarazada ya que te ayudarán a llevar mejor tu nuevo estado:
Visita a tu dentista
Es de vital importancia contar con una buena salud bucodental durante la gestación. Son muchos los cambios en el organismo que un embarazo ocasiona, provocando un mayor riesgo de caries y de daños en las encías.
Por todo ello, nada más quedarte embarazada, deberás acudir a tu dentista de confianza para que te haga una revisión y valorar si tienes alguna patología o bien, realizar un tratamiento preventivo.
Haz partícipe a tu pareja
Salvo que hayas decidido formar una familia monoparental, no dejes de lado a tu pareja en este periodo. Recuerda, no sólo estás tú embarazada, estáis ambos. Invítale a participar en todo lo relacionado con esta dulce etapa; pídele que te toque la barriga para que sienta las pataditas del bebé, vayan juntos a comprar el carrito y demás enseres del futuro miembro de la familia, o bien, pídele que busque en páginas de compras online, como puede ser https://mordisquitos.es/product-category/chupetes/ y que elija algunos artículos personalizados para sus primeros meses como el chupete, el collar de lactancia, los baberos, mordedores, etc.
También puedes invitarle a que te acompañe a las revisiones médicas y a las clases de preparto… Toda esta participación previa al nacimiento creará fuertes vínculos familiares.
Practica ejercicios
Siempre y cuando tú médico te haya recomendado lo contrario, es muy saludable para la mamá y para el bebé la práctica de alguna actividad, siempre con moderación. Caminar, nadar y realizar cualquier rutina de ejercicios acordes a tu estado te harán llevar un embarazo más sano y activo, lo cual, agradecerás en el momento del parto.
Come calidad no cantidad
Un error muy común en muchas embarazadas es comer por dos. El embarazo pondrá a prueba tu voluntad y tu capacidad de resistirte…pero, ¡qué difícil es resistirse! y qué “raritas” nos volvemos… ¿A qué mujer no le ha pasado, que quiere comer cosas tan peculiares como por ejemplo, unas salchichas untadas con mermelada o un plato de cocido en pleno agosto a las 4 de la madrugada?… y es que así son las hormonas, ¡así de caprichosas!
Por todo ello, debes cuidarte y no caer en la tentación de comer de todo y a todas horas. Debes ser consciente que durante el embarazo es muy razonable y hasta de estricta obligación que cojas esos kilitos de más, pero de ahí a que llegues a 6 tallas más, hay un gran trecho. Tú sólo recuerda una cosa, todo lo que subas en esta etapa, tendrás luego que bajarlo y con un bebé a tus espaldas, no lo olvides…
Disfruta todo lo que puedas
Son tantos los miedos y las incertidumbres que una mamá sufre durante la gestación, que a veces, se nos olvida lo más importante, disfrutar de ello, de esta etapa tan bonita llena de esperanza y de ternura donde todo son mimos y caprichos para la futura mamá.
Ahora bien, hay que tener una cosa bien clara, estás embarazada, no enferma. ¡Y claro que sí! debes dejarte mimar y ayudar, especialmente, en los últimos meses. Pero disfruta de la experiencia hasta el último segundo y sobre todo, descansa, duerme todo lo que haga falta, luego…tal vez no puedas, te lo decimos en nombre de todas las mamás y todos los papás del planeta, duerme hasta hartarte.
¿Y tú querida amiga? ¿Cómo viviste tu embarazo? Comparte con nosotras cualquier anécdota que te haya ocurrido durante la gestación y/o parto.