Niños y niñas hiperregalados
Ya sea por su cumpleaños, por sus buenas notas en los estudios… o bien por la magia de Papá Noel, Los Reyes Magos y hasta del Ratoncito Pérez… Sea cual sea el motivo de regalar, atiborramos a nuestros hijos e hijas con juguetes como si no hubiera un mañana, creando así niños y niñas hiperregalados. Y la pregunta que te podrías plantear ahora es, ¿por qué? y ¿para qué?
Se me podría ocurrir una respuesta; para llenar los espacios vacíos que hay en el cuarto de los juguetes, en la mayoría de los casos.
Y aunque me moleste confesar que soy la primera en pecar con este hecho, lo bien cierto es que reiteramos esta conducta una y otra vez porque nunca parece suficiente cuando se trata de regalar a nuestros peques.
Víctimas de las prisas, el consumismo y las obligaciones
En las últimas décadas, la imagen de la familia ha cambiado mucho… Salvo excepciones, es difícil encontrar una familia donde la mamá o el papá esté las 24 horas del día cuidando de sus hijos e hijas y se ocupe de todas y cada una de sus necesidades y caprichos del momento, como ocurría antaño.
Actualmente, los más pequeños pasan muchas horas sin la compañía de sus papás y de sus mamás y cuando están todos juntos en casa, son tantas las obligaciones y quehaceres diarios que tenemos los adultos, que posponemos pasar un ratito con nuestros hijos e hijas.
Los padres somos víctimas de una inconsciencia promovida por las prisas, el consumismo y por cumplir con todas las obligaciones como pueden ser; lavar la ropa, hacer la comida, limpiar la casa, fregar los platos, hacer la compra y un largo etcétera…todo ello sumado a una jornada laboral de 8 horas, nos deja sin tiempo para ellos.
Y es justo en ese momento del día, que nos acercamos a sus camitas y los vemos dormir plácidamente, es justo ahí cuando se nos quiebra algo por dentro al darnos cuenta y preguntarnos, ¿qué tiempo de calidad he tenido hoy con mi hijo y/o hija?
Aquí es cuando nace un sentimiento de culpabilidad que, desgraciadamente en muchos casos, permanecerá para siempre. Gracias a esa culpa, comenzamos a regalar juguetes de manera impulsiva y con la certeza de que les haremos muy felices. Es una forma de auto engañarnos y pensar que así compensamos nuestra ausencia.
¡Y nada más lejos de la realidad! No estamos haciendo que nuestros niños y niñas estén más contentos ni estén más entretenidos, estamos creando niños y niñas hiperregalados. Pero, ¿qué significa realmente este nuevo concepto y qué conlleva?
Para responder a esta pregunta, te propongo un ejercicio querida amiga. En el próximo cumpleaños, o día de Reyes o cualquier festividad que conlleve regalar, observa bien a ese niño o niña abriendo los regalos, fíjate atentamente en lo que ahí ocurre.
Deberás ser muy observadora y fijarte tanto en el peque que abre los regalos como en sus padres… Yo lo he hecho y, ¿sabes qué? Me vi reflejada a mi misma, a mi marido y a mis niños, llegando a sentir mucha tristeza.
Cuando hice este ejercicio con el hijo de una amiga, sólo vi a un niño abriendo regalos frenéticamente, mientras que los padres sacaban decenas de fotos con la sonrisa en la cara. Ese niño tan sólo terminaba de abrir un regalo, lo apartaba casi sin mirarlo y acto seguido, se tiraba al siguiente paquete para abrirlo… y así se pudo pegar media hora o más, hasta que por fin, se dio cuenta que no había nada más que abrir y se fue a jugar con sus amiguitos y amiguitas a las batallas.
Mientras tanto, sus padres recogían todos los envoltorios por un lado y los regalos por otro, para apilarlos en enormes bolsas que tocaba llevar a casa y buscar un lugar en ese olvidado cuarto de los juguetes.
Y es que a ese niño concreto, después de observar todo aquel escenario, no le interesaba lo más mínimo aquellos juguetes, nunca los deseó y aquí está la clave de todo; si tu hijo y/o hija no desea algo, al obtenerlo, nunca le va a dar valor a ese objeto, simplemente pensarán que tienen todo el derecho de tenerlo y punto.
Para más inri, estos niños están educándose en una sociedad donde el consumismo está ganando terreno. Está siendo una costumbre muy asidua en la mayoría de las familias, pasar el fin de semana visitando un centro comercial. Y es que ir de compras y comer en restaurantes es súper divertido, o ese es el gran mensaje que están recibiendo nuestros peques, que adquiriendo cosas materiales, somos más felices.
5 Señales de que tu peque es un niño y/o niña hiperregalado
Si después de leer este artículo, estás preguntándote si tu peque tiene demasiados juguetes, a continuación te facilitaré unas señales que te ayudarán a saberlo:
- No eres capaz de llevar un orden en el cuarto de los juguetes. Hay tantos juguetes que almacenarlos se convierte en una tarea imposible.
- Tu peque sólo juega unos minutos con cada juguete y los guarda hasta llegar a olvidarlos. Al no desear nunca ninguno de sus juguetes, no sabrá valorarlos y apenas les dará importancia.
- Le falta imaginación y se aburre fácilmente con cualquier juguete.
- Tiene baja tolerancia a la frustración.
- Otro síntoma de un niño o niña hiperregalado, es que nunca estará satisfecho con lo que tiene y siempre querrá más y más.
Regala tiempo de calidad
Para concluir y, teniendo en cuenta que se acercan las fechas navideñas, te propongo querida amiga, un reto para estas fiestas; regala tiempo a tus peques, tiempo de calidad y experiencias a compartir, como un viaje, una acampada, un día de campo o playa…Te puedo asegurar, como mamá que soy, que eso no lo olvidarán y sí, les hará muy felices, porque no hay mejor regalo que el tiempo y la dedicación.
Ahora nos encantaría saber cómo gestionas tú este asunto de los regalos y cuánto tiempo dedicas con tus hijos e hijas.